viernes, 13 de marzo de 2009

Fervor de Buenos Aires (1923)







Hola profesor Benjamín:

Ahora que hablas de profundidades recuerdo que en la casa de mi infancia había un algibe en el solar habitado por una medusa macho, y nada más era asomarse para ver como movía sustentáculos,como Borges , no se jactaba de los libros que había escrito, sino de los que había leído. Esta casa era custudiada por unas brujas entre catorce y diesciseis años, dicen los que las conocieron que estas mujeres eran la más bellas de la comarca, yo lo único que recuerdo es que todas se hacían llamar María del Carmen. Ahí te mando este poema de Borges que lo tienes iniciado en el blog. José Ropero.


Un patio, Jorge Luis Borges

Con la tarde
se cansaron los dos o tres colores del patio.

Esta noche, la luna, el claro círculo,
no domina su espacio.
Patio, cielo encauzado.
El patio es el declive
por el cual se derrama el cielo en la casa.

Serena,
la eternidad espera en la encrucijada de estrellas.

Grato es vivir en la amistad oscura
de un zaguán, de una parra y de un aljibe.

Jorge Luis Borges
Fervor de Buenos Aires (1923)